Press

http://www.youtube.com/watch?v=j_GweLMTtzw&feature=youtu.be&fb_source=message DELEGADO FRANCÉS

ENSAYO ABIERTO

MALAGA, ¿ CAPITAL EUROPEA DE LA CULTURA ?

Málaga had failed to pass the first cut in the race to be chosen European Capital of Culture for 2016. The announcement meant the end to a six years of efforts to promote the cultural attractions of the city. Other Spanish cities had remained in the race for the nomination: Córdoba, Burgos, Segovia, San Sebastián, Las Palmas and Zaragoza. In June 2011 the Spanish finalist was named and that city was: San Sebastián. San Sebastián will share the honour to be Cultural European City in 2016 with the chosen finalist from Poland : Wroclav

________________________________________________________

Atenas, cuna de la civilización, se convirtió en 1985 en la primera Ciudad de la Cultura Europea. Después de ella, 33 ciudades del continente han exhibido sus logros culturales, entre ellas Madrid en 1992, Santiago de Compostela en 2000 -compartió el título con otros ocho lugares- y Salamanca en 2002 -junto con Brujas (Bélgica)-. La idea nació en 1983 de la mano de Melina Mercouri, ministra griega de Cultura. Los europeos pretendían resaltar la riqueza, diversidad y características comunes de su cultura y poner de relieve la importancia de este patrimonio en el desarrollo de las ciudades. En 2008, se comprometieron con la cultura la ciudad inglesa de Liverpool y la noruega Stavanger y en 2009, la austriaca Linz y la lituana Vilna. Según el calendario, en 2016 España será de nuevo referente cultural en Europa. La carrera entre las ciudades ha comenzado.

Alcalá de Henares, Cáceres, Córdoba (la primera que lo anunció), Cuenca, Segovia, Tarragona -todas son Patrimonio de la Humanidad-, Burgos, Málaga, Pamplona, Tenerife, Las Palmas, Valencia, San Sebastián y Zaragoza aspiraban a ser Capital Europea de la Cultura (a partir de 1999, la iniciativa pasó a llamarse capital en lugar de ciudad). A ellas, iba a sumarse Santander. Catorce candidatas, de momento, para una iniciativa que tenía una excelente acogida entre los ciudadanos europeos y un creciente impacto cultural y socioeconómico gracias al gran número de visitantes que atrae. El balance de Salamanca 2002, la última ciudad española que fue designada, daba una pista: casi dos millones de asistentes, que se dejaron 241 millones de euros.

‘Ser Capital Europea de la Cultura supone que tu ciudad sea mucho más visible internacionalmente y se convierta en referente cultural europeo, con lo que eso significa de potencialidad de desarrollo económico y social. Con la Expo, Zaragoza ya había beneficiado de cierta visibilidad. Además, suponía una excusa para realizar inversiones que perdurarán en el tiempo. Y, cómo no, significaba apostar por un modelo de ciudad abierto y cosmopolita’, explicaba Francisco Javier Pulido, presidente del Grupo de Ciudades Patrimonio y alcalde de Cuenca. Para una ciudad como la suya, la designación conllevaba ‘una transformación radical y definitiva’.

‘La convocatoria es muy atrayente’, confirmaba la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras. La ciudad extremeña es una de las primeras que hizo público su interés en ser capital de la cultura, hacía ya más de cuatro años; había visto como crecía la competencia y entendía que otros regidores querían poner sobre la mesa la oferta cultural de sus municipios, porque ‘era un campo con el que disfruta todo el mundo’.

Para Nuria Preciado, directora gerente de Segovia 2016, la existencia de 14 candidaturas en España se podía interpretar como un éxito. ‘Había 14 ciudades apostando por la cultura como motor de desarrollo’, observaba.

La ciudad elegida tendría cuatro años para poner en marcha su proyecto, apuntaban desde Burgos.

Estar en el punto de mira de ciudadanos de todo el mundo es muy interesante, pero también el impulso que cobraban las candidatas, como Pamplona.

‘Tan importante es el camino como la meta’, señalaban algunos. En la carrera, las ciudades planean infraestructuras y equipamientos que acompañan el proyecto cultural.

Un estudio del Ayuntamiento de Cuenca cifraba la inversión necesaria en infraestructuras cercana a los 40 millones de euros, además de otros 4 millones anuales para el trabajo en programación cultural y difusión de la candidatura. La ciudad necesitaba un Palacio de Congresos y Exposiciones, un Centro de Arte Polivalente Contemporáneo, además de la rehabilitación de varios edificios para dedicarlos a actividades culturales, según el alcalde de la ciudad.

Segovia, por su parte, había dado luz verde a un nuevo teatro, de nombre Cervantes, que incrementará en 700 plazas el aforo de espacios escénico actual. La ciudad del acueducto, la primera de las españolas que presentó sus credenciales en Bruselas, en 2006, ha puesto en marcha el Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT), una ambiciosa iniciativa para acercar la cultura, la ciencia y la tecnología a la sociedad. El ayuntamiento de Pedro Arahuetes proyecta también crear un espacio estable para Titirimundi, el Festival Internacional de Teatro de Títeres que arrancó el pasado 8 de mayo, así como un nuevo auditorio para el que actualmente busca financiación.

‘La implicación de las empresas era en esos momentos lógicamente muy tímida’, reconocen en la Oficina Segovia 2016 que estudia la fórmula para que el capital privado acompañe al proyecto desde el principio. Para la directora gerente, lo fundamental es que los empresarios entiendan cuál es el retorno que van a obtener. La ciudad toma como referente la ciudad francesa de Lille, Capital Europea de la Cultura en 2004.

Las cajas de ahorros extremeñas son un importante apoyo a la candidatura de Cáceres, afirma orgullosa la alcaldesa. Caja de Extremadura, así como la Cámara de Comercio de la ciudad, están presentes en el Consorcio Cáceres 2016 que este año manejará 8,5 millones.

Las candidatas a Capital Europea de la Cultura no se dormían en los laureles. El proceso de selección establecía que antes de que finalizase 2009 España debía publicar una convocatoria de presentación de solicitudes. A partir de ese momento, las ciudades contarían con un periodo de diez meses para presentar su proyecto cultural. Para entonces, cabía pensar que el número de solicitudes que España notificaba a la Comisión se hubiera reducido, igual que había ocurrido en Francia, inmersa en la selección de la Capital Cultural de 2013, con cuatro ciudades compitiendo por ser el escaparate cultural de Europa. Marsella finalmente designada.

Un comité de trece miembros, siete nombrados por las instituciones europeas y seis por el Estado miembro, previa consulta a la Comisión (personalidades independientes), evaluaría las solicitudes y recomendaría una lista restringida de ciudades candidatas. Éstas debían completar sus programas a más tardar en octubre de 2011, siendo evaluados por el Comité de Selección. La Comisión y el resto de las instituciones europeas tomaban la decisión antes del inicio de 2012, permitiendo al ganador un periodo de preparación de cuatro años. Un comité de seguimiento, compuesto por siete miembros de las instituciones europeas: dos del Parlamento, dos del Consejo, dos de la Comisión y uno del Comité de las Regiones velaría por el cumplimiento de los contenidos y desarrollo del programa hasta que la manifestación tenga lugar.

‘En la normativa europea quedababa claro que se designaba Capital Europea de la Cultura a una ciudad por el programa de acontecimientos culturales especiales que se había propuesto organizar durante el año, que ha de ser excepcional. Se trataba de sacar provecho de la especificidad de cada ciudad y de demostrar la creatividad. Además, se valora muy fuertemente que el proyecto sea reflejo de la diversidad europea y un espacio de diálogo y encuentro de los ciudadanos de Europa’, precisaba Francisco Javier Pulido.

Las ciudades defendían su candidatura con las especificidades que las diferencian de las otras y las hacen únicas. De los proyectos se esperaba, sobre todo, que favorecieran la cooperación cultural dentro de la Unión Europea. El patrimonio histórico y la arquitectura urbana, así como la calidad de vida en la ciudad. El hilo argumental de las propuestas y el legado que todo un año de actos dejaría en la ciudad también.

Candidatas. El interés de las aspirantes nacionales

Entre las ciudades aspirantes a ser Capital Europea de la Cultura había seis declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (Alcalá de Henares, Cuenca, Córdoba, Segovia, Cáceres y Tarragona).

Todas ellas, excepto Alcalá de Henares, ya habían puesto en marcha su página web de la candidatura. La última en presentarla había sido Cáceres.

El Grupo de Ciudades Patrimonio había expresado en una declaración institucional su deseo de que todas sus ciudades candidatas jugasen en igualdad de oportunidades.

Córdoba apostó por la capitalidad cultural en 2002. Era una de las ciudades que más apoyos públicos había recibido, entre ellos el de Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, eso sí, lo hizo como diputado por Córdoba.

La última ciudad que se había presentado como candidata era San Sebastián, según anunciaba su alcalde, Odón Elorza. Entonces, el edil tuvo que retirar su adhesión a la candidatura de Córdoba.

La lista de candidatas podía aumentar con la incorporación de Murcia. El Ayuntamiento de la ciudad estudiaba sus posibilidades para obtener este reconocimiento. Y la candidata olímpica de Madrid, que ya fue en 1992 Capital Cultural, observaba la carrera.

Algunas de las candidatas ya optaron al título de capital cultural antes. Valencia lo intentó en 2000, pero lo consiguió Santiago de Compostela.

España compartirá la capitalidad cultural con Polonia. El país ha presentado la candidatura de Lublin. En 2000, Cracovia, cuna de Juan Pablo II, fue una de las capitales culturales.

Cultura para transformar una ciudad

Liverpool era el último ejemplo en la lista de capitales europeas de la cultura de lo que una buena oferta de museos y galerías de arte, música y deporte podía hacer en el resurgir de una ciudad. La ciudad de los Beatles compartía título con la ciudad noruega de Stavanger, también portuaria y marinera, aunque cinco veces más pequeña que Liverpool. Esta ciudad bendecida con el oro negro ofrecerá un programa de actos más pequeño y con un carácter más local.

Las capitales europeas de la cultura 2009 han sido Linz (Austria) y Vilnius (Lituania); Essen (Alemania), Pécs (Hungría) y Estambul (Turquía) en 2010, y Turku (Finlandia) y Tallín (Estonia) en 2011. El siguiente año compartían el encargo una ciudad de Portugal (Guimarães, ciudad Patrimonio, próxima a Oporto) y otra de Eslovenia. Antes de que llegue el turno de España y Polonia, la atención estará puesta en Marsella, Francia y Eslovaquia (2013), Suecia y Letonia (2014) y Bélgica y República Checa (2015).

Y después, en Dinamarca y Chipre (2017), Países Bajos y Malta (2018) e Italia (2019).

Europa apuesta por la cultura como motor de desarrollo económico y urbano.

(…)

Estamos usando la red social FACEBOOK a modo de información, de manera que si quieres estar al día de todas las novedades y ocurrencias, incidencias, enlaces a documentación, vídeos, nuevas ideas, nuevas propuestas, programas gratis, etc, únete al grupo de ENCUENTROS DANZA MALAGA.

ENCUENTROS DANZA MALAGA, apuesta por una Málaga cultural y se une para apoyar la Capitalidad Cultural Europea para Málaga. (A pesar de las tareas pendientes) Y QUE EL NO HABER PASADO LA FASE DE CANDIDATURA, NO IMPIDA SEGUIR APOSTANDO POR UNA MALAGA CULTURAL !!

YMALAGA.COM 01.09.10 La primera etapa de la carrera por recibir ayudas comunitarias para realizar actividades culturales, era el 29 de septiembre de 2010. Durante ese año, la actividad cultural europea iba a ser el centro.
A la hora de elaborar sus programas, las ciudades buscaban el mayor número de simpatizantes. Desde políticos o personas del espectáculo —Norman Foster, Rosa María Calaf, Víctor Ullate, Concha Cuetos, Juan Luis Galiardo, Antonio Banderas, Verónica Forqué, Plácido Domingo…— hasta gente anónima de cada ciudad. Málaga y Córdoba son las dos alternativas andaluzas. La primera presume de mar; la segunda, de multiculturalidad.
El presidente de la Fundación Málaga Ciudad Cultural, señalaba tres principales fortalezas: lo bien comunicada que está, su red de equipamientos culturales, y su carácter cosmopolita, con una historia marcada por su interrelación con otras culturas, «como demuestran las 140 nacionalidades que conviven en Málaga». Las ciudades candidatas están haciendo un especial hincapié en lograr apoyos a través de las redes sociales. Como se aprecia en los foros, la apuesta por la ciudad natal como candidata a capital cultural europea no deja de ser también un modo pasional de exaltación de la ciudad de origen, del viaje, de lo lúdico y lo didáctico; una apuesta por ser un foco cultural en todas sus vertientes. ABC

” Salvador Moreno Peralta: Málaga nunca ha sido capital de nada. Está instalada en la cultura de la queja en la que se encuentra cómoda”

EL OBSERVADOR. Salvador Moreno Peralta sostiene entre sus manos un dossier que acaba de elaborar con fotografías y apéndices de las más destacadas actuaciones que se han realizado en Málaga en las últimas tres décadas. Es su última aportación a la candidatura de Málaga a la capitalidad europea en 2016. Se pueden contar con los dedos de una mano a las personas que sin pertenecer a un partido, sin ser políticos, periodistas o cargos públicos -exceptuando sus dos años en la gerencia de la GMU- hayan estado al pie del cañón, como parte activa de la sociedad civil, siguiendo, estudiando, criticando y analizando las transformaciones de Málaga y de su provincia. Parafraseando a Sabina, Peralta mantiene una historia de amor y odio con una ciudad invivible pero insustituible. http://www.revistaelobservador.com Entrevista a Salvador Moreno Peralta“

EL AYUNTAMIENTO ANUNCIA LA FUNDACION 2016 PERO NO AUMENTA LOS PRESUPUESTOS

La partida para la Capitalidad se mantiene en 300.000 euros, la misma cantidad que en los últimos años, frente a los 7,5 millones de Córdoba, los 3 millones de Santander y los 2,5 millones de Cáceres
PABLO BUJALANCE / MÁLAGA | ACTUALIZADO 10.11.2009 – 05:00

Algunos años después, la Fundación Málaga 2016 va a ser una realidad. El anterior concejal de Cultura, Diego Maldonado, ya anunció en 2005 su intención de constituir esta herramienta para la consecución de la Capitalidad Cultural de Europa, pero el actual delegado municipal del ramo, Miguel Briones, decidió tras su llegada al equipo de gobierno posponer el proyecto hasta el momento en que Málaga fuera designada efectivamente como Capital Cultural, en 2012.

Recientemente, sin embargo, Briones anunció que el Ayuntamiento ha retomado la iniciativa y que espera ver la Fundación puesta en marcha antes de fin de año, con un espíritu integrador similar al que ya quería Maldonado y cuyas puertas se abrirán a la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía y la Universidad. Además, Briones dio a conocer el fichaje del gestor francés Paul Chevillard para la redacción del proyecto definitivo, que habrá de ser entregado antes de junio de 2010. Pero estas nuevas medidas, necesarias para el refuerzo de la candidatura, no van contar, por el momento, con un esfuerzo presupuestario equivalente.

El mismo Miguel Briones confirmó ayer que el presupuesto consignado para el año próximo a la Oficina de la Capitalidad, responsable de la promoción de la candidatura rondará los 300.000 euros, una cantidad similar o tímidamente superior a la de los últimos años (en 2007, el presupuesto fue de 277.000 euros), mientras que la inversión total para el Área de Cultura asciende a los 35.148.218 euros, también similar a la de los últimos años. Estos datos contrastan con los de otras ciudades candidatas que mantienen con Málaga una competencia directa de cara a 2016. Así, Córdoba ha destinado este año 7,5 millones de euros a la promoción de su candidatura, de los que 841.000 se han dedicado exclusivamente a la gestión de la Fundación Córdoba Ciudad Cultural, en la que participan numerosas empresas y agentes del sector privado además de instituciones públicas. La candidatura de Santander, que también puso ya en marcha su fundación, cuenta con un presupuesto anual de 3 millones de euros que aportan a partes iguales el Ayuntamiento, el Gobierno de Cantabria, la Fundación Marcelino Botín y el Banco de Santander. El presupuesto anual de Cáceres para las actividades de promoción de la Capitalidad asciende a 2,5 millones de euros, y el de Cuenca a 2 millones. Por su parte, San Sebastián, que en los últimos meses ha reforzado considerablemente la visibilidad de su propuesta, tiene ya garantizados para 2010 1,2 millones de euros.

Todas estas inversiones se destinan únicamente a la difusión de los proyectos, con independencia de las programaciones culturales habituales.

Burgos, que acaba de constituir su fundación, tenía un presupuesto de 1 millón de euros, mientras que el de Segovia se quedaba en 390.000. Zaragoza, que como Málaga tenía sólo por el momento a un técnico contratado exclusivamente para la Capitalidad, destinaría también 300.000 euros en 2010. Y eso que el dinero no da la felicidad.

“El teatro municipal Cervantes va a hacer espectáculos para los turistas que visitan la ciudad en sus paradas de crucero. ¿Imaginan qué tipo de espectáculos? Exactamente: flamenco para extranjeros. Así se proclamó la buena nueva, el mismo día que el CAC anunciaba una sesión monográfica de la obra cinematográfica de Antonia Sanjuán. ¿Alguien dudaba de que la capital cultural europea de 2016 iba a caer en la del Sur de Europa? Ahora, esto no es mérito de Salomón Castiel. Esta vez es una cosa de Charo Ema Bastardín, que ha decidido que un teatro público es el lugar ideal para la herencia cultural del franquismo costasoleño; lo del CAC es decisión de Fernando Francés, cuyo rigor en la comisaría ya es conocido.” Fuente: www.revistaelobservador.com